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Viajar para descubrir(se)
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«Emprender un viaje, a un lugar sin motivo alguno, con personas que no conoces. Pero estas tranquilo porque tu alma quiere que vayas, que conozcas, que te relaciones con otras personas y vivas la experiencia para volver a empezar, para reencontrarte y volverte a conocer, pero esta vez con la esencia que te identifica».
Así lo sentí cuando emprendí un viaje a Mendoza en el 2023, del que siempre hablo, pero nunca me detengo a describirlo. Así que decidí ponerlo en palabras sinceras sin olvidar el más mínimo detalle, porque así lo recuerdo.

Para empezar, no sabía por qué había decidido ir. Un viaje en grupo, en medio de la montaña, hospedados en un refugio (nunca había ido a uno) con personas que no conocía. Fue todo muy rápido. No lo pensé, ni siquiera lo charlé. Pero mi corazón hablaba más fuerte que yo, y que valiente fui al no cuestionarlo. Así que preparé la mochila, y partí.
Al llegar, recorrimos un poco la zona, tomamos mates, sacamos fotos, nos conocimos. Contamos historias, reímos, lloramos y nos abrazamos.
Aprendí cuestiones básicas de la montaña, así como también uso de ropa técnica y de bastones, armado de mochila, elementos necesarios y otras cosas.
Cada palabra que iban diciendo me llamaba la atención, tenía interés, quería saber más.
Cuanta verdad hay en que la experiencia te va enseñando durante el recorrido.




Previo a cada trekking, revisar la ropa que llevábamos puesta (o en la mochi) y la comida era ritual. Caminábamos por horas, cada camino tenía un por qué de esa dirección y no otra.

En medio de un descanso, entre gomitas y chocolates, me puse a charlar con uno de los guías.
Intercambiando palabras y anécdotas, le dije: «Yo quiero correr por acá algún día, ¿se podrá?» Sin siquiera saber de la existencia del Trail.
Resulta que él era corredor de montañas antes, y quiso compartir su experiencia conmigo. Yo, encantada de escucharlo, dibujaba su historia en mi cabeza.
No olvido ni el más mínimo detalle de esta aventura. Todos estábamos ahí para acompañarnos, para apoyarnos y para que juntos, vivamos un viaje con sentido. Que fortuna tan grande haber ido, haberme escuchado.
Este viaje, me ayudó a forjar mi carácter y a entender que el camino lo hacemos nosotros, al andar, con cada paso. Con miedo, dudando, con la incertidumbre que lidera, pero con propósito, aunque al principio no lo sepamos.
Es como si hubiese ido a buscarme a otra parte, pero dentro mío. Y en el recorrido, encontré un camino del que no me quiero desviar. Que alegría haberme animado, haber apostado y llevarme a mi casa la historia de una experiencia más. La vida es una aventura que tenemos el privilegio de disfrutar, de explorar y de crear.
Ojalá también te animes a descubrirte.



ComENTARIOS
2 respuestas a «Viajar para descubrir(se)»
-
Así es …
Textual…
⛰️🐐🏔️-
Hola Edu! Me alegro que te haya gustado 🙂
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